En 2024, la marca xld continuó avanzando en la industria de envases de alimentos absorbiendo tendencias e innovaciones emergentes, alcanzando hitos importantes. La compañía optó por centrarse en las siguientes áreas:
Xld está buscando activamente alternativas de envases ecológicos, como envases de papel y envases reutilizables, para minimizar la huella ecológica. Además, está estudiando tecnologías de reciclaje químico para abordar cuestiones de sostenibilidad y eficiencia.
Para mejorar la eficiencia operativa, xld está adoptando más soluciones digitales y automatización en su proceso de fabricación. Esto incluye el uso de inteligencia artificial para optimizar las líneas de producción y mejorar la clasificación de materiales en la logística de residuos, mejorando así la sostenibilidad de manera integral mientras se reducen los costos.
Para hacer frente a la complejidad de la legislación global de envases, xld ha adoptado un enfoque proactivo para aceptar nuevos estándares de seguridad, etiquetado y sostenibilidad. En este sentido, la compañía está desarrollando medidas integrales de trazabilidad y sistemas de notificación transparentes para cumplir con todas las obligaciones regulatorias, al tiempo que aumenta la confianza de los consumidores.
Para satisfacer las crecientes preocupaciones de los clientes sobre el manejo seguro o la higiene de las mercancías, xld planea diseñar envases seguros a prueba de manipulación. Estas invenciones garantizan que los productos no estén contaminados durante el transporte y almacenamiento, tranquilizando así a los consumidores.
La biodegradabilidad y la sostenibilidad son algunas de las razones por las que las soluciones de envases a base de fibra son populares en empresas como xld. como alternativa, como permitir nuevos materiales que utilicen pulpa reciclada y recubrimientos a base de plantas, creando así opciones innovadoras tanto prácticas como ecológicas.
Al hacerlo, la marca xld se posiciona como líder en el campo de los envases de alimentos sostenibles e innovadores, al tiempo que responde a la demanda del mercado y al impulso regulatorio.